jueves, 20 de diciembre de 2012

La polémica relación entre Arte y Política

El arte es un concepto que tiene muchas aristas. Se lo puede emparentar a análisis que hacen a lo estrictamente formal, o para ser más precisos a LA FORMA. Por otra parte, muchos intelectuales, artistas y teóricos parecen vincularlo de un modo muy poderoso con las cuestiones sociales. El arte tiene su función, su razón de ser en cuanto instrumento de crítica, incomodando siempre el ideal imperante en una sociedad en el terreno ya sea económico, institucional y obviamente: POLÍTICO.


Resulta interesante poder hacer un comentario que no será algo acabado, pero podrá permitirnos adentrarnos en esta cuestión que no es un hecho menor, es más, efectuando una suerte de revisionismo histórico sobre el fascismo así como los totalitarismos, más precisamente con el nazismo, podemos evidenciar el modo en que sus protagonistas hicieron uso del Arte como una manera de conseguir adeptos.
La estética relacionada con la polìtica es un tópico fundamental desde la Teoría Crítica. En consonancia un autor frankfurtiano crítico como Walter Benjamín destaca con vehemencia la manera en que por medio del arte se podía movilizar a las masas y como también se utilizaban las tecnologías de la muerte. Benjamín estaba aludiendo obviamente al fascismo alemán  de tal manera que: esos principios no eran otra cosas más que el “el arte por el arte a la guerra misma”. Más adelante, Benjamín aplica el análisis del arte y estética al campo de la política, yendo un poco más lejos que en su colección de ensayos Guerra y Guerrero donde el interés estaba puesto en la guerra.  La principal sentencia de Benjamín es considerar que el fascismo fue altamente práctico para llevar a cabo de una manera contundente la estetización de la política.


 Desde entonces la lectura  llevada a cabo por los más diversos teóricos de corte intelectual y no necesariamente marxista, ha intentado comprender como es que el fascismo resultó tan preciso como poderoso a la hora de fascinar a las grandes masas que involucró en aquellos fatídicos años. Cuestión que, como se verá más adelante supondrá una mirada negativa en cuanto a la relación entre estética y política.
 Durante el nazismo se aprecia la combinación de una manera casi nietzcheana entre la forma artística y la voluntad política. Un ejemplo claro es el filme de Leni Riefensthal "El triunfo de la voluntad". En el mismo se genera una especie de confusión entre realidad e ilusión.
La estetización de la política es notoriamente problemática. Por ende, entra en juego la cuestión ideológica sobre la tradición de l´art pour l´art en la que se distingue entre lo que se considera arte propiamente dicho de otros productos humanos de sesgo moral, religioso, y hasta económico. Este dominio (arte) vinculado en gran frecuencia a contenidos identificados como bellos – aunque no necesariamente – importa menos que el interés que existe al pretenderse autorreferencial y con una autonomía en sentido amplio. Lo que supone dejar de lado las implicaciones éticas  religiosas y de cualquier otro tipo respecto al arte.
En otras palabras, a nivel político, no importarían las consideraciones religiosas, éticas y económicas  sólo “el valor del merito estético” como señala el autor Martin Jay.  Se puede ejemplificar este vinculo entre política y arte, en esa ocasión en la cual el yerno del líder fascista Benito Mussolini, Galeazzo Ciano desempeñándose como ministro de relaciones exteriores, con respecto al bombardeo en 1936 de unos fugitivos de origen etíope llega a comparar el suceso con pimpollos en el momento de la floración. Observando, aunque suene dantesco, la situación como un espectáculo estético.
El pesimismo de Benjamín, citado por Jay, no parecía inoportuno cuando sobre esta fría elevación del arte sobre la vida humana aseveraba que “la autoalienación de la humanidad ha alcanzado un grado tal que (el hombre) puede experimentar su propia destrucción como un placer estético de primer orden”.
Concluyendo con este primer esbozo sobre la conexión que existe entre arte, estética y política me parece interesante así como incómodo finalizar con el videoclip del grupo de Rock de metal industrial alemán Rammstein interpretando "STRIPPED". Los que, polémicos como siempre, utilizaron imágenes de la cineasta Leni Riefensthal para el videoclip.

domingo, 29 de julio de 2012

Crítica de BEGINNERS: "¿Qué es el amor?



Título:        Beginners / Principiantes
Dirección:  Mike Mills
Reparto:    Ewan Mc Gregor
                  Christopher Plummer
                  Mélanie Laurent
                  Mary Page Keller
País:          Estados Unidos
Año:          2010
Género:    Drama


Muchas veces se intenta explicar, comprender y hasta racionalizar ese aspecto tan singular en la vida de cada persona como es el amor. Tarea a priori compleja. ¿Complejo el amor? Por supuesto, la complejidad radica es que poder definir o hacer comprensible en términos simples al amor es prácticamente imposible. Hacerlo puede ser en muchas ocasiones un parloteo vacuo y sin sentido. Lo difícil de dicha tarea radica en que cada individuo vive esta sensación, este hecho tan particular de una manera diferente según la persona, el ambiente y la crianza que haya tenido.
El filme que nos compete permite comprender, con un enfoque claramente psicológico, pero no por ello menos humano, como nuestra niñez vivida, el vínculo con nuestros mayores, precisamente con nuestros padres, y la relación que existe entre ellos; nos moldea, o constituyen parte de las bases que el día de mañana nos afectará para bien o para mal en las relaciones "amorosas" que sostengamos. Es decir, cómo se ama y por cuánto tiempo. Si es que estos interrogantes tienen una respuesta.
El desarrollo de la película es considerablemente lento, lo que no hace que la misma baje en calidad, sino que permite que podamos adentrarnos en cada personaje y ver la profundidad que tienen. En las películas dramáticas uno de los grandes pecados que suelen cometer los directores suele ser construir argumentos que desprecian un mayor desarrollo en la profundidad de sus personajes en aras de un estilo más efectista y simplón. Estilo que busca la lágrima y la emoción fáciles con herramientas que tienen al golpe bajo como principal artilugio.
Un hecho interesante en la historia es la crítica llevada a cabo de manera elíptica por el director, quien deja apreciar el influjo sobre la gente de los mandatos sociales. Cuando me refiero a mandatos sociales estoy hablando de esa suerte de obligaciones, de modalidades del "deber ser". En consecuencia, los mismos subyugan a las personas en muchas oportunidades. A pesar de que el relato de a momentos toma caminos al pasado por medio de flashbacks, la sentencia previa sobre el deber ser es aplicable tanto en el pasado como en la actualidad. Y esa crítica es uno de los elementos que hacen de esta historia, un relato fresco y atractivo para aquellos sedientos de profundidad.
Estas obligaciones que la sociedad impone se encuentran bien entramadas en el personaje de Hal, que interpreta con gran maestría Christopher Plummer. Hal es el padre de nuestro protagonista, Oliver (Ewan Mc Gregor), y como padre se atreve a confesar la homosexualidad que ha tenido desde siempre aunque lo lleva a cabo ya adentrado en la tercera edad y con una grave enfermedad que no le deja mucho hilo en el carretel. La historia muestra la singularidad del vínculo entre Oliver y Hal, con la revelación de su padre, y la nueva vida que éste toma. Además el director nos muestra en esas vueltas al pasado segmentos de la niñez de Oliver en las que aparece como el compañero de su madre Giorgia, caracterizada por Mary Page Keller, compartiendo momentos, conversaciones y salidas ante la ausencia de Hal como padre y esposo.
Ante este panorama, el único que parece que puede entender a Oliver en su vida adulta es Arthur, su perrito. El cual aparece como un compañero que nunca lo abandona, no puede hacerlo. Con las perdidas que va teniendo en su vida, Oliver parece no saber qué es el amor. Todo parece haberse basado en una mentira, en algo que sirvió para mantener apariencias pero que jamás le dio la certeza del amor como algo felíz. Lo único real en lo que hace al amor en su vida parece ser el vínculo con Arthur. El cuál siempre está con él. Tanto en el trabajo como en su vida social. Sin embargo, todo cambia con la llegada de la enigmática Anna. Quién logra mover y desestabilizar un poco a Oliver en cuanto a las creencias y su manera de ver al amor. Mención aparte para la construcción del personaje de Anna, que recae en la deliciosa Mélanie Laurent, que cumple con creces su labor.
En conclusión, Beginners es una película necesaria para todo aquél que tenga ganas de una mirada profunda, interesante y humana sobre ese concepto tan particular como es el amor. No cae en efectismos baratos como sucede con frecuencia en el género. Es destacable el modo en que el desarrollo de los personajes nos adentra en la incertidumbre del cómo es y cómo se lleva adelante la mayor inquietud: ¿Qué es el amor?
Pregunta para la cual todos parecemos ser principiantes cuando tenemos que responder.

Lo más piola:
  • La humanidad de los personajes. La misma es conseguida gracias a la buena profundidad que el director deja fluir de manera natural en el relato. 
  • Es de esas películas que una vez vistas, nos quedan "picando" en nuestra cabeza por bastante tiempo.
Lo no tan piola:
  • No se ahonda demasiado en el aparentemente triste y misterioso pasado de Anna
Lo curioso:
  • La película está basada en la vida del padre del director Mills, quién se declaró gay a los 75 años de edad, 5 años antes de morir.

martes, 10 de julio de 2012

El incontrolable éxodo de talento

De los últimos enganches del fútbol críollo

Más allá de la incuestionable incertidumbre que rodea a los hinchas sobre el futuro de Juan Román Riquelme. De una manera u otra, parece que nuestro fútbol argentino nuevamente se queda sin ese tipo de jugadores que nos hacen disfrutar este bello deporte. Porque uno puede ser partidario de esa idea de que cada puesto y cada función es fundamental en un equipo, pero la estética? Dónde encontramos esa parte que nos hace considerar al fútbol un espectáculo, rayano con el arte. Es harto conocido que los contratos y las condiciones económicas de Argentina no tienen comparación con las del viejo continente. Además, no sólo está el seductor mercado europeo, hoy debemos sumar al poco atractivo desde lo deportivo pero si desde la parte económica mercado asiático, como el de Qatar, Emiratos Árabes y la hoy potencia China. Así y todo, en aras de poder retener se buscan maneras que aluden más a lo sentimental y nostálgico para intentar convencer a las figuras  de neustro país o para que los de afuera regresen a mostrar algo del talento que aún poseen.
Es complicado siquiera retener a los talentos que asoman, cada vez con menor frecuencia, pero que de todas maneras aparecen. Todo esto nos conlleva a enfatizar en que Argentina sigue siendo un importantísimo exportador de jugadores de categoría. Lo lamentable es que no hay mucho tiempo para poder disfrutar de nuestros jóvenes talentos. Podemos citar ejemplos no muy lejanos, Matías Suarez y Franco El Mudo Vazquez de Belgrano en distintas circunstancias, la Joya Dybala de Instituto de Córdoba, Facundo Bertoglio ex Colón de Santa Fé, Erik Lamela de River Plate, Patricio Rodriguez de Independiente de Avellaneda, y la lista sigue. A pesar de poder sentirnos orgullosos de que equipos gigantes o de medio pelo del viejo continente se interesen en venir a buscar jugadores de nuestras pampas esto sucede con tal velocidad, que muchas de estas promesas que aún no se consolidan terminan incinerándose en el exterior, sin chances de jugar en muchos casos y poniendo por delante el futuro económico por sobre el deportivo.
Este vaciamiento de jugadores de talento del fútbol local termina generando como resultado un fútbol cada vez más amarrete, más físico, y lejos de poder calificarlo como espectáculo. Porque como dijera el periodista Marcelo Palacios en Estudio Fútbol en alguna ocasión, el fútbol es de los espectáculos que más expectativas genera y que más falla a los que lo consumen, los hinchas y todo aficionado común. De todas maneras, a pesar de que se lleven a nuestros jugadores cada vez con mayor frecuencia y más jóvenes, los clubes aún sacan aunque con dificultad jugadores en inferiores. Las mismas inferiores que están dejadas de lado, o que se utilizan para llevar a cabo negocios turbios entre dirigentes, cuerpos técnicos y empresarios/representantes.
¿Cuánto pudimos disfrutar un jugador así?

Por el bien del fútbol sería bueno que se diera un mayor tiempo a nuestros talentos emergentes, pero si ya estamos hablando de que el talentoso medio punta de River Plate Lucas Ocampos estaría vendido al Nápoli con una temporada en River en la B Nacional, como se puede resolver esta cuestión?

Regresando a Riquelme, mientras seguimos creyendo que nuestros ídolos juegan por la camiseta, parece ser el ego o el dinero quien termina decidiendo por ellos. Realmente, saber los motivos verdaderos por el cual el 10 xeneixe deja el club de la Ribera es complejo. Ya sea por los cruces con el presidente de Boca, rozes en el plantel, problemas con Falcioni o el dinero que pueda ofrecer el exterior con el Flamengo brasileño como principal interesado, es indudable que con su partida nuestro fútbol muere un poquito más en magia, es decir, arte y espectáculo.

Psicópatas y Morbo en la Postmodernidad ¿por qué nos atraen?

Dentro nuestro convive la luz y la sombra

Muchas veces me pregunto porque todo aquello que tiene que ver con el misterio, con lo oculto, lo oscuro, y lo poco transparente genera en los seres humanos ese particular sentimiento de curiosidad, una a veces hasta incómoda curiosidad si la tenemos que demostrar ante otras personas.
Es nuestra sociedad una cultura que hace -vale la redundancia- un culto a la muerte? Nuestra época parece constituirse como una plataforma de despegue de los más diversos e irracionales deseos humanos. En estos deseos humanos casi como instintivos, muchas veces ocultos (si no es que la mayoría de las veces) se evidencia esta suerte de vacío que existe desde la frase de Nietzche "Dios ha muerto". Con esta pequeña - pero contundente - frase comienza este período que llamamos postmodernidad, en el cuál sin el temor a un Dios que nos premie o castigue tiene lugar esta sensación de desamparo, de estar librados a nuestra propia suerte, de ser nuestros propios dioses y jueces, de concebir que aquello bueno y aquello malo se supeditan solamente a lo que nuestra razón (o irracionalidad) dicten.
Una de las series que más profunda y relativamente morbosa me ha parecido es Dexter. El drama del canal Showtime, en el cuál nuestro protagonista: Dexter Morgan, es un freak (fenómeno) del análisis de la sangre, oficio que le permite ser parte fundamental en el Departamento de Policía de Miami, ayudando a esclarecer aquellos delitos, principalmente homicidios. Lo curioso del argumento (y atractivo) es que este tipo a primera vista simpático y amable, esconde dentro suyo una historia muy dura, y una adicción mucho más compleja. La adicción a matar. Huelga señalar que, Dexter tiene una idea de justicia muy distinta a la políticamente correcta, pero que muchos (no siempre públicamente) sostienen. Es así que, en la policía pero desde las sombras actúa esta suerte de justiciero (asesino) serial. Pero lo que me pregunto y me parece interesante destacar, es como alguien que debería ser considerado como un ser chocante y repelente pueda generar tanta fascinación y morbo en la audiencia mundial. Y digo mundial porque el éxito de la serie de Showtime excede los pagos del Tío Sam.
Nuestro personaje, es con todas las letras un psicópata, ese tipo de personas que no siempre identificamos, pero que se encuentra a la vuelta de la esquina y que puede ser quien menos imaginamos. En esta época postmoderna, adoptando un enfoque existencialista podemos comprender o llegar a alguna pista de porqué estos personajes como Dexter, las novelas policiales, y la violencia en sentido amplio son tan atractivos para nosotros. Estamos sin control, al menos desde una perspectiva instropectiva no tenemos limites, por eso muchos se identifican con figuras como psicópatas u otros personajes menos cercanos a lo políticamente correcto.
A ustedes ¿Por qué les atrae lo políticamente incorrecto?
Más adelante retornaré al tópico...

sábado, 9 de junio de 2012

Crítica de TRES COLORES: BLANCO "Frialdad a la europea"

Título: Tres Colores: Blanco
Dirección: Krzysztof Kieslowski
Reparto:    Zbigniew Zamachowski
                  Julie Delpy 
                  Janusz Gajos
                  Jerzy Stuhr
País: Polonia
Año: 1994
Género: Drama/ Comedia Dramática




Estamos situados desde un principio en París. Ciudad que se muestra ambientada en un brillo ausentie y tonalidad que lejos está del romanticismo y magia que habitualmente la destacan. En tanto, el relato comienza con abogados, un juez, y una pareja que se disuelve. Disolución que tiene lugar por el problema de impotencia que detenta el protagonista, Karol (Zbigniew Zamachowski). Este inconveniente parece evidenciarse desde el mismísimo casamiento con Dominique (Julie Delpy); lo cual no permite que se consume la unión en la noche de bodas. Ante estos elementos, desde el inicio, Tres Colores: Blanco; parece prometer algo, no sabemos bien que puede llegar a ser, pero de seguro los carriles que tome la historia pueden llegar a sorprendernos o no.
Cuando asistimos a esta historia avizoramos algo simple, medido, sin muchas pretensiones. Pero a su manera, se puede destacar que justamente es en esa simpleza donde radica la principal virtud de Tres colores: Blanco. Realmente el director logra transmitirnos la frialdad que se desprende de la esposa del protagonista que va de la mano de la frialdad perceptible en esa tan europea y tan helada Varsovia, de la que proviene y a la que a los tumbos puede retornar Karol.
Mientras Karol, recién separado y en la ruina por su divorcio con la sensual e irresistible Dominique, busca encontrar un sentido a su ya desgraciada vida, podemos apreciar como el director de la película no duda en crear un personaje tan patético como humano a la vez. Es por ello, que más de uno puede llegar a sentir cierta simpatía por él, a quien todo parece irle mal.
Existe un límite difuso entre lo dramático y la comedia bien articulado por el director, lo que hace que este filme sea, a pesar de su ya señalada simpleza, tan atractivo como singularmente novedoso para aquellos que no estén deseosos de algo frenético y sin lugar a un más profundo desarrollo de personajes, como suele suceder con los filmes provenientes del circuito comercial.
La historia parece incurrir en los típicos cursos narrativos donde aquél que parece haberlo perdido todo  se recobra de su infortunio y luego puede recuperar a su amada. Amada desde mis perspectiva que no es más que una obsesión de Karol, tan humanamente interpretado por Zbigniew Zamachowski. Sin embargo, esa lógica típicamente hollywoodense no parece tener lugar en esta película de Krzysztof Kieslowski. Y es que el director polaco no nos deja con lo que se conoce como happy ending. Lo que es de agradecer porque la estructura narrativa del film se sostiene en la crudeza y frialdad, cuestiones, sensaciones sombrías en la que todo ser humano puede caer en más de una ocasión, tanto cuando nos lastiman como cuando no.
En conclusión, sin develar la manera en que finaliza este largometraje, mi sugerencia es que aquellos que tengan ganas de algo diferente, se animen a apostar por esta historia tan simplemente humana. Con todo lo complejo que lo humano conlleva.

Lo más piola:

  • Cierta sensación (humana) de justicia que nos queda al final de la película. Al menos a mí me sucedió eso.
  • Encontrar cine interesante y del bueno en Europa del Este.
Lo no tan piola:

  • Julie Delpy podría haber tenido una mayor preponderancia y protagonismo en la historia. Es correcta su labor pero no tiene muchos minutos en pantalla.
Lo curioso:
  • El título de la película alude al color que más se aprecia en el filme: el blanco. Aquí se utiliza con brillantez para enfatizar el frío que puede existir en una relación humana.  



domingo, 27 de mayo de 2012

La Copa del Rey de España a Catalunya

Exponentes de un fútbol que gusta y atrae

Parece una risueña ironía del fútbol que dos comunidades como la catalana y la vasca, de perseverancia en el pedido por  su reconocimiento y autonomía por parte del Estado Español, fueran quienes disputaran la final de la Copa del Rey. Casualmente, de un Rey del Estado a quien se exigen esas cuestiones políticas no menores. Dicho esto, pasemos a lo futbolístico, puesto que no creo que este sea el lugar para desandar en correlatos políticos y de España precisamente, no me siento con la competencia ni la autoridad para poder hacerlo. En tanto, en el estadio del Atlético de Madrid, se enfrentaron este viernes 25 de mayo, fecha de la Revolución de mayo en nuestro país - primer gobierno patrio argentino buscando la independencia - de España justamente, muchos elementos me llevan a lo político nuevamente, pero hablemos de fútbol jaja. Como bien decía, en Madrid se encontraban el conjunto de Marcelo Bielsa, el Athletic de Bilbao por un lado, y el Barcelona Fútbol Club de Josep Guardiola, por el otro.  Se daba un encuentro de estilos, de maneras, de corrientes futboleras, de modos de concebir este bello juego. Unas ideas no necesariamente incompatibles, sino con elementos de bastante similitud.
Una presión constante, y en la medida de lo posible, el control del partido por medio del manejo de la pelota, nos prometían a priori, un espectáculo asegurado, más allá de los devenires que pudiera tomar el partido. Y así fue, desde un principio el Barca comenzó con un nivel de concentración y precisión en velocidad tan vertiginosos que en poquito tiempo pudo ponerse arriba a través de un buen remate de Pedro Rodriguez que supo capitalizar el error de la defensa vasca que no tuvo pericia para despejar el ataque catalán previo. Luego, en una nueva jugada de paciencia, tranquilidad y toques, Messi estiraría a 2 la ventaja del Barca. Parecía que iba a ser muy difícil para el equipo de Don Marcelo Bielsa dar vuelta la historia. Antes de que Bilbao pudiese descontar, nuevamente Pedro sentenciaría en menos de media hora de partido el 3 a 0 final. Los dirigidos por Guardiola que dirigía su último partido, parecían poder darle a este fin de temporada el regalo (en un torneo menor) de despedida a su entrenador. Por otra parte, el Bilbao nuevamente no pudo hacer su juego frente a equipos superiores en calidad técnica, de manera análoga a lo que sucediera tiempo atrás en Rumania en la final ante el Aleti de Madrid de Simeone. Una nueva final perdida por Bielsa, lo que no empaña para nada a mi considerar el gran trabajo que llevó a cabo desde que tomó las riendas del equipo bilbaíno; pudiendo imprimirle su sello característico, y dando muestras de la evolución en la manera de jugar de sus equipos, donde a la gran dinámica reconocida se pudo apreciar también una considerable paciencia para poder elaborar jugadas de ataque y salir desde el fondo con pelota dominada. La sola idea de intentar este argumento en un equipo que no puede hacer uso de jugadores extranjeros y por momentos conseguirlo, no es para nada desdeñable.
El segundo tiempo nos permitió encontrar con un Barcelona haciendo lujo del juego que le ha llevado a ser mundialmente reconocido, y un Bilbao que quiso pero no pudo. Finalmente, la Copa del Rey que tenía al Real Madrid como último ganador volvería a Catalunya.
Ganó el Barcelona, se fue Pep, perdió Bielsa y su Bilbao. Pero no debemos tener temor a equivocarnos en señalar que quien ha ganado ha sido el fútbol.

lunes, 21 de mayo de 2012

Una victoria con deleitante pasión

Es un animal del área
A días de terminada la Copa de Campeones debemos señalar que hubo campeón. La escuadra de Chelsea se coronó como campeón por primera vez en su historia del torneo más importante a nivel clubes del viejo continente, y pudo conseguirlo gracias a los tiros desde el punto de penal con un Didier Drogba como figura  excluyente no sólo de la tanda de penales sino de todo el encuentro. Este equipo londinense no quedará en nuestra retina como uno de los mejores y más vistosos ganadores de la Champions League, pero aquello de lo que no se puede dudar es de que jugó con el corazón. Con mucho espíritu y sobre todo con ese rigor táctico que les permitiera acceder a la final dejando atrás al hasta entonces imbatible Barcelona de Josep Guardiola.
Y esta final entre el equipo británico y el Bayern Munich alemán fue un partido con muchos elementos a destacar. La manera de jugar del elenco ganador comandado por su director técnico, Roberto Di Matteo, quien nuevamente apeló a esperar a su contricante e intentar golpear mediante una contra o a través de la jugada parada, como efectivamente sucedió. El equipo muniquense se había puesto arriba en el marcador por medio de una jugada bien aprovechada por ese jugador que fuera revelación en el mundial de Sudáfrica, estoy hablando de Thomas Muller. A partir de ahí parecía que se le venía la noche al equipo de la capital inglesa hasta que el marfileño Drogba conectó un centro al corazón del área que el arquero Neuer no pudo tapar y, allí se decretó el empate.
Sin embargo, las emociones no culminarían, una vez que el partido finalizó en los 90 minutos reglamentarios se pasó al tan "antinatural" - según comentaristas como Fernando Niembro - tiempo suplementario. Y es que, Drogba en una jugada inconcebible cometió un penal tan increíble como infantil para un jugador de su experiencia en perjuicio de su equipo. Y una vez más, parecía diluirse cada vez más el sueño de poder levantar la orejona para Didier y los suyos. Pero no sería así, el checo Petr Cech atajaría ese penal en tiempo de alargue que fue ejecutado por el notable (aunque a veces individualista) Arjen Robben. Casualmente, el ex Chelsea erraría ese penal que definiría el partido y evitaría los inminentes los penales. A pesar de ser muy criticado, deseo destacar el valor del holandés Robben en agarrar el balón y acceder a ser responsable de su ejecución, solo aquellos que deciden y que accionan pueden acertar o equivocarse, en este caso falló, pero es de destacar a aquellos que tienen las agallas en situaciones tan apremiantes.
 Se cumplió el tiempo suplementario y la novedad: una definición por penales en una final después de  unos cuantos años. Emotividad en un nivel superlativo para todos los amantes del fútbol. Y es que, es cierto que durante el tiempo reglamentario y la prórroga no se pudo apreciar un espectáculo colindante con la estética de equipos como el Barca, el Madrid, y hasta el mismo Bayern. Pero, esto supuso un cotejo lleno de elementos que nos hicieron vibrar hasta el final, sobre todo cuando se ejecutaron los lanzamientos desde el punto penal. En este punto, deseo destacar que a pesar de que se diga que suele ser una lotería este tipo de definiciones, es necesario poder practicar en la semana este tipo de situaciones, sino preguntemos a los equipos que han perdido finales por no saber siquiera adonde suelen efectuar los remates sus rivales. No es un hecho menor. Lo ideal es intentar no llegar a este tipo de circunstancias, pero suele suceder. En tanto, concibo como necesario para un equipo que desee llegar lejos en este tipo de competiciones como en una Copa del Mundo, practicar los penales. Teléfono a Sabella, el Dt de nuestra difícil selección Argentina.
Volviendo a la final, fue una definición por penales en la que era muy difícil saber quien podía obtener la victoria. Pero el último penal, el que debía ser convertido para coronar a un nuevo campeón estaba a cargo de quien fue el mejor jugador del partido, y quizá también de la serie ante el equipo de Messi y compañía, es decir, Didier Drogba. Y que decir, con esa tranquilidad impropia de cualquier persona común en una situación como es una final, el marfileño convirtió e hizo estallar a los miles de ingleses que habían viajado a la capital germana para presenciar la final, y también así enmudecer a la parcialidad local.
Salud campeón! No será un equipo recordado quizá por su juego, pero seguramente si por su corazón, especialmente manifestado en Drogba, así como por no claudicar nunca ante las situaciones desfavorables que fueron apareciendo. Es un justo campeón. No es del gusto de muchos, pero lo que el Chelsea hizo es fútbol. Y en este deporte, si hay una verdad, es que no hay verdad... Al menos no absoluta a la hora de obtener resultados.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La calidez que abre más puertas que una llave


Y qué decir sobre las sonrisas, sobre las miradas a los ojos, sobre saludar dando la mano con fuerza y ahínco. Esa calidez, ese tipo de calidez en el trato con el otro, con el prójimo, es algo por lo cual debemos abogar siempre. Es algo muy importante poder sentirnos de alguna manera hermanados con cualquier hijo de vecino que aparezca en el camino.
¿Tan difícil es poder tratarnos mejor? Cuánta sabiduría hay a la vuelta de la esquina, en las arrugadas manos de la gente mayor, en la sonrisa e inocencia picarona de los niños, en la mirada complice de esa muchacha que encontramos por la vereda o en el colectivo mismo. Esa sabiduría que encontramos también en el silencio con nosotros mismos que a veces es casi tan necesario como el oxígeno que respiramos, justamente silencio, silencio que no nos deja ahogarnos en esa brusquedad y violencia cotidianas que en muchas ocasiones no estamos exentos de sufrir.
Pero, a pesar de esta aceleración que vivimos a diario, es bueno sentirnos UNO con todo y con TODOS. Esa sensación de hermandad, hace que podamos tener calidez, buena onda en cada cosa que emprendamos y que esté vinculado a las otras personas, de manera tal que, podamos abrir más puertas, incluso esas puertas con tantas llaves que nos dificultan el fluir...
De vez en cuando no está mal parar un poco la pelota, así como lo hace un tal Riquelme en el fútbol, como lo hace el poeta que mira el atardecer desde la ventana, como el amante mira hacia el infinito luego de estar con su amor, amor clandestino o no, pero amor al fin.
Y que bien hace desacelerarnos de vez en cuando, para respirar, para poder construir en lugar de destruir como estamos acostumbrados en estos tiempos de inminente conexión pero, incomunicación.
Hijo de este mundo, hijo de esta tierra, hermano del otro, amigo propio.
Casi como él: en cada cosa que hacía. Lo enunciaba con tanta simpleza como profundidad Facundito. Facundo Cabral, ese que nos dejó más que música...



lunes, 14 de mayo de 2012

Crítica de TOWELHEAD: "Entre el descuido y el adolescer"


Título: Towelhead / Nada es privado
Dirección: Alan Ball
Reparto: Summer Bishil
               Aaron Eckart
               Toni Collette
               Peter McDissi
País: Estados Unidos
Año: 2008
Género: Drama



Y me gusta utilizar la palabra adolescer en el título por varias razones. Por un lado, porque la protagonista del filme es una niña que va convirtiéndose en mujer, la encontramos entrando en ese proceso duro y díficil de crecer. Pero esa transformación, ese ingreso a la adultez, es mediado por "su" manera de vivir la adolescencia, los primeros pasos de esa época tan turbulenta en la vida de toda persona, tan compleja y de densa comprensión para quiénes la vivieron, y mucho más para aquellos que la están viviendo. Y sucede que nuestra protagonista, Jasira (Summer Bishil), intenta encajar en un lugar; ya sea con su madre en un principio, y luego con su severo padre. Sin embargo,no lo consigue. En tanto, debemos  sumar la dificultad que propone la reacción de los hombres respecto de Jasira y su cuerpo, y la manera en que ella va notando el efecto que va teniendo sobre ellos. Sobre todo con su vecino, quien está desarrollado por Aaron Eckart quien cumple sin demasiadas objeciones a su labor.
Muchos han tildado esta película como la mezcla de Lolita y de Belleza Americana. Cabe señalar, que no es tan desacertada esa comparación, dado que la fragilidad del personaje de Jasira, sus temores, su curiosidad, la manera en que nota el poder que tiene en el entorno donde vive, hace que recordemos la pelicula protagonizada por Jeremy Irons en 1997. Existen muchos elementos que nos permiten hacer dicha inferencia. Pero enumerarlos aquí sería dar retazos argumentales que prefiero sean visionados por ustedes mismos para ver si estoy acertado o desacertado con dicha comparación.
Por otra parte, también se la vincula con Belleza Americana, y es que su guionista, Alan Ball, aquí toma el mando como director, y lo hace con su particular mirada un tanto oscura a la hora de retratar emociones y miserias humanas. En este caso: ante el despertar sexual de una púber, así como la suerte de obsesión que cobra vida en el personaje de Eckart, y la dificultad de los padres de Jasira para hacerse cargo de ella. Dicha dificultad, se evidencia fácilmente en el destrato que ambos tienen para con Jasira. Quién con crudeza va absorviendo esa "adolescencia", adolescencia de cariño, adolescencia de calor, adolescencia de familia, y por qué no: adolescencia de amor.
No debemos dejar de señalar que la historia se centra en los tiempos de la guerra de Irak, en 2003. Con lo cual, existe toda una coyuntura tanto política como social que tiene un considerable influjo en la forma de ser y de reaccionar de algunos personas, especialmente en el padre de Jasira, y en Jasira propiamente dicha.
Alan Ball, a cargo también de la notable serie "Six Feet Under"; nos trae aquí lo que para muchos es su ópera prima. Sin decir eso, considero que es una película regular, pero de obligado visionado para aquellos que deseen tener una experiencia distinta y fuera de los cánones típicos del cine comercial.

Lo más piola:

  • La interpretación de Summer Bishil, realmente consigue que sientas pena por la crudeza con la que es tratada, sobre todo en su propia familia.
  • Alan Ball, que aquí no sólo es el director, sino también el guionista, con lo cual hay promesa de profundidad humanamente molesta.
Lo no tan piola:
  • De a momentos el filme no termina de engranar, como si le sobraran algunas escenas y personajes, como el compañero de color de Jasira, el cuál no parece tener mucho que contar en la historia.
Lo curioso:
  • La película está basada en la homónima novela Towelhead de Alicia Erian.




domingo, 6 de mayo de 2012

Con Pep existe un Antes y un Después en el fútbol

A días de la la decisión de Josep Guardiola de no seguir como entrenador del Barcelona Fútbol Club, se pueden hacer muchas lecturas al respecto. Nada existe inmutable a lo largo del tiempo, la permanencia de todo estado de cosas sin variar es algo que no tiene lugar. Ni siquiera en estos equipos dotados de super planteles con todos los recursos ya sean de tipo económico, deportivo y hasta cultural. A pesar de tener el visto bueno de toda la afición blaugrana, de los directivos del club, y de la mayoría de sus dirigidos, "Pep" ha decidido dar un paso al costado por lo que el considera un "desgaste" propio de haber estado a la vanguardia de toda competencia que tuviera al frente durante los últimos años desde que asumiera como técnico culé. 
Este equipo del Barcelona, conocido por muchos como "El Barça de Pep", es considerado por muchos también como uno de los mejores (sino el mejor) equipo de la historia de este bonito juego que es el fútbol. Y esto no es casualidad, no es casual que algunos jugadores (brillantes, enormes jugadores) con Guardiola hayan alcanzado cotas de rendimiento tan altas que ponen en jaque esa idea que muchos pensadores del fútbol poseen sobre que los jugadores son los únicos protagonistas y que el papel de los directores técnicos se podría dejar de lado. Cuando un equipo como el Barcelona dirigido por Guardiola,  reduce a la mínima expresión a rivales de la talla del Madrid, del Chealsea, del Milán, del Santos, del Bayern Munich y de muchos equipos más. ¿Qué más podemos decir sobre la influencia de un entrenador? 
Un DT que siempre supo a que quería jugar, y cómo quería jugar. Que hasta en las ocasiones en las que salió perdedor supo mantener esa increíble fe en su manera de hacer las cosas. En entender que la mejor manera de enfrentar cualquier compromiso y ante cualquiera era con la pelota a ras del suelo y pasándosela al compañero que usa la misma camiseta. Entendiendo que la que debe de correr debe ser principalmente la pelota, y no el jugador. Corriendo con mucha fuerza y convicción sólo cuando la pelota estuviera en propiedad del rival. Saliendo jugando desde abajo a pesar de los riesgos que eso supone. 
Cómo no creer en sus palabras de que nos ajustáramos el cinturón para todo lo que iba a venir en el Barcelona en su comienzo como entrenador del primer equipo, cuando se pudo apreciar una demostración de fútbol muchas veces colindante con una obra de arte, como los goles y el control de cada cotejo por parte de sus "players".  Un técnico que consiguió que no importasen ni los músculos, ni la altura, sino la voluntad y buena predisposición para poder ejecutar una idea, alocada por muchos, pero luego reivindicada por aquellos que entienden lo que es la ley fundamental de este deporte que es "pasarsela a un compañero". Por eso, todo eso, y mucho más, solo cabe decir que desde Josep Guardiola existe una manera también ganadora, e interesante de entender este juego. No la única, pero si atractiva a  los amantes acérrimos de este deporte que a veces confunden con cierta vehemencia con la vida misma. 
Gracias Pep... De parte de un amante del fútbol que llena los ojos.

miércoles, 25 de abril de 2012

Crítica de SHAME: "La oscuridad dentro de uno mismo"

Título: Shame / Deseos Culpables / Sin reservas
Dirección: Steven McQueen
Protagonistas: Michael Fassbender
                      Carey Mulligan
                      James Badge Dale
País: Reino Unido
Año: 2011
Género: Drama


Esta es la primera crítica del blog así que avisados están por cualquier elemento que no les cuadre o les parezca correcto. De todas maneras, la idea del blog y de cada entrada es que se arme un espacio interesante para el debate de ideas. Dicho esto, procedo a señalar que me ha parecido el filme del británico Steven McQueen.
Antes que nada, el hecho de no saber de qué se trata el argumento de la película puede hacer que más de uno considere a la misma como un poco tediosa dado que no posee un arranque tan acelerado en cuanto al cine de los tiempos que corren.Es decir, lenta en la estructura narrativa. A medida que Shame va avanzando, la historia va tomando forma y color. En este caso un color oscuro. El título se refería a la oscuridad que puede presentarse en uno mismo. Y es que esa oscuridad - de la cual considero no está exento ninguno de nosotros - está muy bien retratada en manos del director McQueen.
Sucede que el protagonista de la película, Brandon Sullivan, interpretado de manera sobria por Michael Fassbender, consigue llevarnos a lo más profundo de sí mismo, y en ese viaje introspectivo podemos encontrar las inseguridades y la necesidad de nuestro anti héroe. Ese anhelo constante y cada vez más creciente consigue hacerlo sentir vacío. Lo que termina siendo evidenciado en la gran adicción que lo afecta.
Sin embargo, todo parece controlado por Brandon hasta que reaparece en su vida una mujer con la cual tiene un lazo muy singular. El director nos introduce este personaje de una manera no líneal, que hace que queramos saber que misterio guarda con nuestro protagonista, cuál es el suceso que hace que lleven una relación tan difícil de encasillar. Esta mujer es interpretada por Carey Mulligan, en un papel en la que la podemos encontrar muy humana y profunda. En cuanto al desempeño de Mulligan debemos decir que no desentona para nada, la actriz que consiguiera movilizarnos en "Nunca me abandones", da un vuelco interesante en esta historia al invadir la vida del atormentado (por sí mismo) Brandon Mulligan. El personaje de Mulligan llega al climax cerca del final de la historia.
No deseo arruinar expectativas ni develar cuestiones inherentes al argumento del filme. Pero debo advertirles que esta película es del tipo de "no apta para toda la familia". Es susceptible de ser considerada bellamente desgarradora. Las escenas subidas de tono son puestas en pantalla sin rozar el malgusto. Aunque no dejan de ser fuertes. A pesar de ello, pulgar arriba para Steven McQueen por haber mostrado un tema tan sensible como el que pudimos visionar sin tapujos pero con una estética visual y una altura verdaderamente destacables. Pudo irse para los tópicos de siempre en este tipo de dramas, pero su buen hacer en este largometraje permite que quede un buen sabor de boca.
Avisados están! Mi consejo es que quienes busquen algo diferente y fuera de lo trillado del cine comercial actual, acudan a Shame, ya que no lo lamentarán. Es un buen lugar para pensar en cuán oscuros y vacíos podemos llegar a estar y sentirnos en muchas ocasiones de la vida, y qué es lo que hacemos cuando eso tiene lugar.

Lo más piola:
  • El tono oscuro, grisáceo de la fotografía. Nos deja sentir de alguna manera lo que el protagonista siente.
  • La canción interpretada por Mulligan. Hace que deseemos estar en esta "luminosa" ciudad.
Lo no tan piola:
  • Que el comienzo sea algo lento para muchos y por ello desistan de terminar de visionarla.
Lo curioso:
  • Michael Fassbender obtuvo la Copa Volpi al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia en 2011.



martes, 24 de abril de 2012

¿Se termina una hegemonía?

notables
Un criminal del área...        De otro planeta...


A poquito más de unas horas de terminado el encuentro entre el Fútbol Club Barcelona y el Chelsea me siento con la obligación de hacer unas apreciaciones al respecto.
Primero que nada destacar la ferviente manera de creer y de entender el fútbol de Josep Guardiola. No abandonar jamás su libreto sobre el juego a ras de piso y trato de la pelota como respuesta para cada desafío llamese Real Madrid, Milan o en este caso Chealsea. Guste o no, esto es algo que lejos de considerarlo como necedad concibo como una forma de ver este hermoso deporte y, por qué no, la vida. Morir yendo al ataque y con posesión de pelota fueron las armas que han llevado al equipo a ser considerado como uno (sino es qué no es el UNO) de los mejores equipos de la historia. Muchos podrán decir que el ingreso de un volante más bien defensivo para ingresar al área como referencia aérea (Keitá) desdice lo anterior; pero a pesar de ello, el Barça siguió apelando a romper la muralla londinense por el piso y sin muchos centros. Pero, esto es fútbol, y como tal puede sorprendernos, alegrarnos, emocionarnos, generar lagrimas y hasta odio, y todo puede pasar. Como todo puede suceder podemos decir sin tapujos que es el deporte más hermoso del mundo. No siempre gana quien tiene a los mejores. Y no pudo, no pudo el equipo Catalán.
Aplausos para el planteamiento ded italiano Di Matteo, nada que achacarle al entrenador de los blues. Aunque no sea del paladar de muchos amantes del futbol profesado por Guardiola, el Chelsea se atuvo muy bien a su libreto, y le salió bien. Vaya si les salió bien, sacó al que es considerado por la gran mayoría del mundo futbolero como uno de los dos mejores equipos de la actualidad en el globo (junto con el Madrid). En este juego de ajedrez no pudo la paciencia de la escuadra española ante la disciplina  y el rigor táctico de los británicos.
En conclusión, no creo que termine definitivamente una hegemonía por este partido, sólo resta señalar que como todo, el rendimiento en la alta competencia no es excepción a esa frase que sostiene que nada permanece inmutable en el tiempo. Tarde o temprano se cambia, a voluntad o no, todo cambia. Y mis estimados, también puede cambiar el resultado en un equipo que juega como "equipo". A mi juicio equipo es sinónimo de Barcelona, aún en la derrota.

lunes, 23 de abril de 2012

Bienvenidos/as

Muy pero muy buenas tardes, o buenas noches, o buenos días según la zona en donde sean leídas estas líneas. 
Les doy y me doy la bienvenida a este mundo (o deberé decir región o continente?) dentro de la Internet como es el mundillo de los Blogs. Después de muchas idas y vueltas me animo finalmente a armar un blog que, más que una obligación siento como el espacio donde poder compartir todo lo pertinente al periodismo ya sea haciendo críticas o comentarios de cine, de deportes (haciendo precisión en el fútbol así como el rugby pero sin dejar de lado otras disciplinas deportivas) y "otras yerbas". Cuando hablo de otras yerbas me refiero principalmente a cuestiones como política, musica, reflexiones, filosofía, la comunicación o simples (o no tan simples ) curiosidades que me parecen que vale la pena ser abordadas o por qué no destacadas.
En fin, espero que este sea un espacio flexible o mejor dicho des-estructurado en el cual podamos intercambiar opiniones, críticas y demás; sobre aquellos temas que nos parecen interesantes. En breve, estaré haciendo la primera crítica sobre un filme que tuve suerte de ver la semana pasada. 
Seguimos en contacto amigos y amigas...